Y la fiebre debía aminorar, pero subía y cuando llegó a 39.4 llegó la médica patotera.
Ella: ya me estaba congelando
Era bajita, gordita y teñida.
Yo: Es que ya me había acostado.
Era la una de la mañana y el lunes tenía que dar clase a las 9 en las cañitas.
E: Te hubieras acostado con ropa, mami.
Y: ...
E: ¿Sos vos la enferma?
Y: No, mi novio.
Entramos
E: A ver, negro, ¿qué te pasa?
explicación larga
Ella: pero no te tenés que abrigar así, así no te va a bajar la fiebre.
El: yo pensé que sí porque tenía que traspirar.
Ella: No, negro, no, no tenés que traspirar. Te tenés que bajar la fiebre.
El: Ah
Ella: No podés tener todo cerrado, negro así se va a contagiar tu novia y no te vas a curar más, chupando virus.
Pero nos explicó los baños de vapor en frente, ingles y axilas.
El jueves volvió al trabajo con la piel reluciente de tanto sudor.
viernes, junio 22, 2007
sábado, junio 16, 2007
Fondo de cocción
y apenas entramos al restaurante, me dijo que había un olor extraño y era verdad. Mientras comía una trucha memorable veía todo el proceso. Una fuente gris grande y miles de huesos disímiles que se deslizaban de una punta a la otra, hamacados por unas manos que a veces picaban un cachito de carne. serían para los patés que ofrecen o tan sólo para levantar sabores?
Era un culto desmedido al hueso y yo que no los chupo no lo entiendo.
Era un culto desmedido al hueso y yo que no los chupo no lo entiendo.
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