viernes, julio 20, 2012

A place of escape

New York Times, 20 de julio de 2012

Experimento

Five a day dicen de frutas y verduras, five aday hay que consumir.
Tengo resto mental, mis hijos duermen y no los "acuno" con el pensamiento, juegan y no los entretengo  en mis adentro, tiene un berriche y no me precipito a consolarlos.
Estoy tratando de terminar de leer la primera novela post parto y es increíble lo que me cuesta. ¿Me estaré por indisponer? Ojalá que sí porque si no significará que estoy verdaderamente triste y preocupada. La última vez, era eso: pura hormona.
 Mi experimento mejor no lo cuento porque como dice mi amiga Ángela "Todo lo que toco se deforma".
Mejor escribo ahora sobre otra cosa: les escribí unos libros de tela a mis hijos, escribí 3 en realidad, pero uno lo tuve que entregar. Los que no entregué llevan por nombre el de mis hijos, el otro se llama "Me explotó la familia". Alguien que no lo leyó, sólo el título me dijo que le daba miedo porque podía ser La Familia; supongo que no necesito explicar. Obviamente, no era mi intención causar miedo, era un libro, 2 en realidad, con diferente título, para mis hijos. Me explotó la familia, "familia" con minúscula.

Dice así:

Antes de que nacieran, cuando mi panza no era tan grande, compré una planta en algún mercado. Lavé una maceta de plástico celeste que estaba perdida en algún rincón de la enorme azotea de la calle Comercio.

Esa planta está ahora en otra casa, en otra calle y no vamos a poder llevarla.

Papá y yo venimos de una gran zona cerca de un gran río, una zona plana, con humedad y mosquitos.

En las noches de verano, la gente se sienta afuera de los bares en mesas y sillas de plástico.

Venimos de un lugar al sur, donde la gente vive despeinada y usa ojotas en verano y botas en invierno.
Un lugar donde algunas noches de verano cuando no se puede dormir, la gente sale al balcón y se acuerda de que hay un río.

miércoles, julio 11, 2012

Querido departamento de Michoacan:
Ya tengo saudade de voce. Es uno de los departamentos más preciosos que jamás haya visto: pisos de noblísima madera que rechina. Puertas macizas, herrería brillante, vistas generosas: a una escalera caracol que sube a la terraza,  a los árboles, pajaritos y mariposas en el frente, a un ficus frondoso en el cuarto del fondo. Una amplitud que deja pensar y decidir, pese a todo.

Hoy es una tarde de verano, de esas que casi no existen en julio, en esta ciudad.

Una cocina grande, blanca, luminosa y con un balconcito que da al patio interior con plantas y la escalera serpiente hasta la azotea.

Vecinos músicos, judíos, rusos o ucranianos, vecina de arriba preciosa, con aires de una Lila Downs de un metro ochenta, amorosa, que casi se muere el verano pasado, que adora a mis muchachos.

El enorme baño, blanco y con tina con patas: ideal para dos, coronado por una ventana que se abre al ficus frondoso.
Pasillo largo, largo que separa frente y fondo.
Joya de los años dorados del Hipódromo de la Condesa.

martes, julio 10, 2012

Bueno, bueno, bueno. Paradójica viene la cosa: el dominio de la escena de mis muchachos está tocando álgidos límites. La verdad es que yo no sé cómo será en otros casos pero mucho no interactuan, muchos dicen que hasta los 3 años no sociabilizan, más bien se sacan las cosas, no sé, hoy cumplieron 1 año y 4 meses.

Fue rara la empresa de tener hijos en México, con pocos amigos, poca interacción, poca familia extendida, muy familia para adentro, durante un año y con poco éxito, tratar de dominar la escena nosotros, padres y los muchachos que ahora están desatados haciendo escenas.

ho por primera vez, lo llevaba a dante a upa  por la calle y lloraba como con angusti, por su temperamento, pero era capricho absoluto, pie izquierdo de una siesta inconclusa.
lo que más le gusta en el mundo es tocar la guitarra que está en el escritorio de C. se despierta, lo sacamos de la cuna, lo dejamos en el pasillo y corre para allá.

Paradójica viene la cosa porque ahora que puedo cosechar mis retoños, nos mudamos a Brasil y obviamente los primeros meses van a ser de desaceleración. C. tiene más miedo que yo de cómo me afecte. Serán varios meses hasta conseguir alguien de confianza para dejar a la cría, aunque me imagino que será más fácil el jardín y además será uno u otro.

Es adicción al movimiento, es adrenalina. Nosotros nos mudamos, otros saltan en paracaídas.

viernes, julio 06, 2012

Herencia

De mi padre. Comer parada en la mesada de la cocina cosas que saco de la alacena como galletitas maría, cereales all bran manzana crunch, cheerios. Apenas termino de cenar corro a poner agua para té y parada al lado de la cocina -aunque siempre le dije "horno" a todo el aparato- empiezo a picotear. Mi padre hace lo mismo pero se alimenta a base de cosas de la heladera, especialmente quesos que saca de tupper wares apestosos. 

De mi padre, también. Los dedos chiquitos que nacieron un poco flexionados. C los tiene un poco arqueados hacia adentro y creo que los chicos los tienen igual.

De mi madre, la digresión y el ex abrupto. Los ojos, las pecas y la nariz. La adicción al picante. 


De Dodó. El torso, las lenguas y el amor por lo dulce.

De mi hermana, la voz.

De mi hermano, la altura.