y apenas entramos al restaurante, me dijo que había un olor extraño y era verdad. Mientras comía una trucha memorable veía todo el proceso. Una fuente gris grande y miles de huesos disímiles que se deslizaban de una punta a la otra, hamacados por unas manos que a veces picaban un cachito de carne. serían para los patés que ofrecen o tan sólo para levantar sabores?
Era un culto desmedido al hueso y yo que no los chupo no lo entiendo.
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