sábado, abril 27, 2013

Home sick home

Esta que pasó fue una de las semanas más estresantes desde que nacieron los chicos. Dante con más de 39 de fiebre durante 7 días: examen de influenza, placa para descartar neumonía, todo negativo, por suerte. Hace 4 días empezó la otitis y la garganta inflamada. Nunca lo vi así, fueron 4 días de llanto casi constante y upa. La contractura y dolor de cabeza que tuve estos días no tiene nombre.  Al estrés y preocupación se le agregaba que no teníamos un pediatra de confianza, ni sabíamos a qué guardia ir.  Ahora antibiótico por 10 días, porque era un virus pero como el cuadro se complicó. Por suerte Uli es un torito que en general no se contagia nada. Tuvo fiebre baja y faltó al jardín pero nada del otro mundo. Yo tuve una ventosa pegada al cuerpo estos días, una ventosa llamada Dante. En estos días de tener que someterlo a baños de prepo en la madrugada para bajarle la fiebre, despertarlo para darle remedios, hacerle nebulizaciones, ponerle rynosoro en la nariz,  dijo "no" por primera vez y a su manera buscó las palabras para expresar su enojo, agotamiento, desconcierto, tristeza y frustación.  Esa ventosa llamada Dante está creciendo.

lunes, abril 15, 2013

Me gustaría hacerme un huequito

para traducir esto de T S Eliot y tener invierno y una biblioteca con libros a mano.
No sé por qué los días de mucho sol y cielo diáfano pasan cosas terribles. 


Little Gidding

I

Midwinter spring is its own season
Sempiternal though sodden towards sundown,
Suspended in time, between pole and tropic.
When the short day is brightest, with frost and fire,
The brief sun flames the ice, on pond and ditches,
In windless cold that is the heart's heat,
Reflecting in a watery mirror
A glare that is blindness in the early afternoon.
And glow more intense than blaze of branch, or brazier,
Stirs the dumb spirit: no wind, but pentecostal fire
In the dark time of the year. Between melting and freezing
The soul's sap quivers. There is no earth smell
Or smell of living thing. This is the spring time
But not in time's covenant. Now the hedgerow
Is blanched for an hour with transitory blossom
Of snow, a bloom more sudden
Than that of summer, neither budding nor fading,
Not in the scheme of generation.
Where is the summer, the unimaginable
Zero summer?

              If you came this way,
Taking the route you would be likely to take
From the place you would be likely to come from,
If you came this way in may time, you would find the hedges
White again, in May, with voluptuary sweetness.
It would be the same at the end of the journey,
If you came at night like a broken king,
If you came by day not knowing what you came for,
It would be the same, when you leave the rough road
And turn behind the pig-sty to the dull facade
And the tombstone. And what you thought you came for
Is only a shell, a husk of meaning
From which the purpose breaks only when it is fulfilled
If at all. Either you had no purpose
Or the purpose is beyond the end you figured
And is altered in fulfilment. There are other places
Which also are the world's end, some at the sea jaws,
Or over a dark lake, in a desert or a city—
But this is the nearest, in place and time,
Now and in England.

              If you came this way,
Taking any route, starting from anywhere,
At any time or at any season,
It would always be the same: you would have to put off
Sense and notion. You are not here to verify,
Instruct yourself, or inform curiosity
Or carry report. You are here to kneel
Where prayer has been valid. And prayer is more
Than an order of words, the conscious occupation
Of the praying mind, or the sound of the voice praying.
And what the dead had no speech for, when living,
They can tell you, being dead: the communication
Of the dead is tongued with fire beyond the language of the living.
Here, the intersection of the timeless moment
Is England and nowhere. Never and always.


viernes, abril 05, 2013

Desplazamientos

Venía durmiendo y soñando profundo. Mis primeros sueños,ya viejos, son de la semana pasada. Eran sobre intrusiones a mi casa, robos nocturnos. En el primer sueño mi casa quedaba intacta, me refiero a la estructura y hasta me alegraba porque nunca terminás de aceptar lo caro que es San Pablo. Por eso compramos varios muebles por internet y resultaron ser una gran decepción: melanina brillante, difícil de explicar. En ese sueño yo terminaba contenta: ahora podemos empezar de cero otra vez, comprar muebles más lógicos.

En el segundo sueño era sobre un robo mucho más extremo. Vivíamos en una planta baja y cuando volvíamos la habían explotado, era escombros, debris. Quedaban los agujeros de las ventanas desfigurados, las paredes y ningún rastro de muebles, ni de nada.

Mi tercer sueño ya de esta semana y que completa la saga, creo, o al menos así lo siento era sobre otra inminente mudanza y lo raro es que, como siempre, parecía prometedora, pero yo la cuestionaba:  "Ya estábamos más cerca. ¿Ahora subir otra vez?". Era a algún lugar de Europa, pero un lugar que tenía que ver con nuestra historia: ¿Galicia? ¿El país vasco? ¿Portugal? Polonia no creo porque era arriba a la izquierda.

Muchas veces pienso en las migraciones como desplazamiento de fichas un tablero, más hacia arriba, hacia abajo, a la derecha, la izquierda, con cuidado de no caerse, ni salirse.

Una vez hace ya muuuchos años charlé con una viejita en un colectivo a Chiapas. Ella me habló en esos términos cuando me preguntó de dónde venía; sólo conocía arriba y abajo. Por supuesto que el español no era su lengua materna y no podía creer que sí era la mía.