viernes, octubre 10, 2008

Encontré esto

"En los años 70, como no podía ser de otro modo, el joven Ragendorfer militaba en la UES. Y en el 76 tuvo que exiliarse en México. “Vivía en DF, con una directora creativa de Walter Thompson. Como no sabía hacer nada, leía todo el tiempo. Por entonces deascubrí a Capote y poco después a Walsh: Operación Masacre y La carta abierta de un escritor a la Junta Militar, que me marcaron. La publicitaria se cansó de mantenerme y me apretó: ‘Buscate un laburo’, me dijo. Supe que Carlos Ulanovsky estaba en Interviú y lo fui a ver. Ula me encargó una nota sobre cómo jode el ruido en la ciudad. En el Instituto Alemán de la Sordera conseguí un enorme decibelímetro y me mandé. Ésa fue mi primera nota, titulada: ‘Le medimos el ruido a la ciudad y quedamos tarados una semana’”.
“En la revista había un periodista mayor, Pedro Alvarez del Villar. El tipo me había adoptado. Gracias a su afición a la vida nocturna conocí todos los cabarets del DF. Después de la redacción tenía que acompañarlo por los cabarets y cuando volcaba de brandy, tumbado, yo agarraba un limón y lo exprimía en sus orejas para despabilarlo y remolcarlo.” Ragendorfer se calla: “Cuando estuve hace poco en el DF me enteré de que había fallecido”. Hay que escucharlo a Ragendorfer pronunciar “había fallecido” y agregar después, como si redactara el obituario: “Lamentablemente”.
Radar, 12/12/2002, día de la virgen de guadalupe y cumpleaños de c

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