Mis dos niños tienen un desarrollo inverso. Ulises tiene una gran agilidad, aunque aún no camina a su año casi recién cumplido, tiene peso pluma, es muy tierno, me refiero a su consistencia, y temperamental. Saluda a cualquier criatura que pase a su lado y eso hace feliz a mucha gente. Tiene el pelo suave, lacio y fino. Ojos rasgados y piel morena. Casi 6 dientes.
Dante es alto, fuerte y patilargo. Cachetes colorados constantes. Tiene el pelo con remolinos, áspero y como un cepillito. Le fascinan los perros. Tiene 8 dientes y cejas muy gallegas. Sonríe mucho menos -a la gente le gusta decir que "está enojado"- pero más auténticamente, por decirlo así. Es mucho más autónomo, está absorto en su mundo y es difícil distraerlo. Cuando se ríe a carcajadas, me contagia.
El entrenamiento marcha. Hay días mejores que otros.
La semana fue movida porque tembló fuerte, aunque por suerte no lo sentí. He perdido la capacidad de sentir los temblores, parece. Los últimos que paradójicamente fueron los más fuertes no los regitré. Es una suerte. Antes temblaba nada y yo sentía réplicas permanentes durante meses.
Decidí volver a las mayúsculas, aunque no tenga mucho para decir, aún, quiero creer. Decidí, además, regalar mucha ropa de telas non santas, sintéticas. Debe ser algo de la edad, estoy segura.
2 comentarios:
Dante se parece a Manolito de Mafalda. No sabía que ya tenían tantos dientes!
Están hermosos, son dos pulguitas corriendo, sobre todo Ulises que no para! medio terremoto, un explorador!
Dante estaba más atrás, fuera de foco, necesito verlo más cerca.
Total! Llega un momento en que lo sintético ya no le queda al cuerpo? a la edad? No lo sé, pero claramente es un antes y un después: la era post-sintéticos.
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