viernes, agosto 03, 2012

Fotocopias


Culto a la distracción

Los críticos amonestan a los berlineses por ser adictos a la distracción. Sin dudas, la adicción a la distracción es mayor en Berlín que en las provincias, pero en Berlín también es más fuerte y tangible la tensión a la que las masas están sujetas; se trata de una tensión esencialmente formal, que llena sus días plenamente sin otrogarles plenitud. Una carencia semejante requiere compensación, pero ella sólo puede ser articulada  en los términos de la misma esfera de superficie que motivó la carencia. La forma de ocupar el tiempo libre corresponde necesariamente  a la forma de la ocupación, que es un negocio.

(...)

La distracción -que sólo tiene sentido en tanto improvisación y reflejo de la incontrolada anarquía de nuestro mundo- se engalana con cortinados y se esfuerza por adoptar una unidad que ya no existe. En vez de dar cuenta de la desintegración actual, los espectáculos de los cines pegan los pedazos rotos y los presentan como creaciones orgánicas.

Siegfried Krakauer, Sobre los palacios del cine en Berlín 





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