sábado, abril 29, 2006

¿qué es el sol?

Algo cambió el jueves, luego de una tríada de gotas en los ojos, fui casi ciega y fotofóbica severa por largas horas. El oculista me saludó con un "suerte en la calle" y yo le dije "espero que sí y si no, ya te enterarás por crónica". La vuelta a casa resultó de lo más entretenida. Decidí caminar, a los tumbos, en vez de tomar el colectivo y fui de santa fé y libertad hasta santa fé y pueyrredón. En el trayecto me animé a sacar plata del banco y ver ropa en un negocio, ver lo que se dice ver no, más bien tocar.
Cuando las cuadras se me hicieron tediosas, me subí al 39 y me tocó el vendedor que mancha su camisa blanca con diferentes productos y que incluso "voy a tomar una muestra de grasa de la puerta del colectivo". Me hipnotizó, mi visión ese día se reducía a manchas. Lo miré todo el viaje con una sonrisa de oreja a oreja, como agradeciéndole por su pertinencia.
Al llegar mi casa resultó ser un refractario de luz y a la 1 del mediodía tuve que cerrar los postigos del escritorio y del comedor. El living, que contiene el sillón que después de 6 años nos decidimos a comprar y que al mismo tiempo es la parte más luminosa y cómoda de la casa para una inválida como yo, se volvió muy nocivo porque no tiene postigos. No tuve más opción que cerrar los ojos y escuchar el noticiero. A las dos salí de un breve dormitar y vine a la compu. Vi que bajaban mails y uno me llamó particularmente la atención, no podía leer, pero no sé por qué razón sólo alcancé a vislumbrar la pregunta del final "¿podés?"
¿Quién y a qué me invitaba? Conteniendo mi ansiedad me fui así de mocha a dar clase. Dos horas después podía leer un poco cerrrando el ojo izquierdo. Volví a casa y sin estridencias salió a las luz el gran misterio.
Me fui a dormir extenuada y me di cuenta que 12 horas después no estaba totalmente recuperada. Al día siguiente me deleité mirando el sol como si fuera un desafío.

domingo, abril 23, 2006

a little savage from New Zealand

Me voy reencontrando con mis libros. Ahora estoy con el diario de KM, a little savage from New Zealand. Estoy en 1918, pero empecé en el 15 y son las mismas preocupaciones, la plata, el frío, la distribución y comodidad de los muebles, la determinación, la comida, la independencia, el cuerpo, la amistad con otras mujeres. Y también las revelaciones, la sacudida de una rama cuando un pájaro la abandona, la cara de la gente en los caminos, la actitud y el tono hacia las mujeres que viajan solas, la distancia que la cercanía implica, la laxitud de la moralidad francesa.
"Never one comfortable chair. If you want to talk the only possible thing to do is to go to bed. You are simply forced into bed -no matter with whom. There's no other place for you."

martes, abril 18, 2006

me habla así

Ponéle que yo te llevo a un telo, nos quedamos hablando media hora y después vamos a tomar un café con leche y te llevo a la parada de colectivo y vos después no me llamás. ¿Vos estás loca, no? Encima la llamo y me atiende el marido o el hijo.
Me lo dice un mal alimentado tachero, fumador crónico, de unos 75 añitos, en un viaje de 5 minutos. Antes había intentado convencerme de las virtudes de tener un amante y me había mostrado, con orgullo y recelo, sus dos celulares, el de las chicas y el de la flía.

miércoles, abril 12, 2006

viene alys

Revisited.

how to fold a shirt

Ojalá pudiera subir el video. Es de lo más excitante, preciso, perfecto y delicado que haya visto últimamente.
Schade!

sueño

La veo después de mucho tiempo, hay otra gente y está muy cambiada, panzona y dicharachera. Los hombres la miran, uno le dice algo y yo me pregunto si era más linda antes. Pero estoy entre asqueada y contenta. Ahora hay mucha más distensión, ella charla con desconocidos, bromea!
Me lo tomo muy en serio. Era linda y aún lo es a la distancia.