domingo, abril 23, 2006

a little savage from New Zealand

Me voy reencontrando con mis libros. Ahora estoy con el diario de KM, a little savage from New Zealand. Estoy en 1918, pero empecé en el 15 y son las mismas preocupaciones, la plata, el frío, la distribución y comodidad de los muebles, la determinación, la comida, la independencia, el cuerpo, la amistad con otras mujeres. Y también las revelaciones, la sacudida de una rama cuando un pájaro la abandona, la cara de la gente en los caminos, la actitud y el tono hacia las mujeres que viajan solas, la distancia que la cercanía implica, la laxitud de la moralidad francesa.
"Never one comfortable chair. If you want to talk the only possible thing to do is to go to bed. You are simply forced into bed -no matter with whom. There's no other place for you."

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