jueves, septiembre 28, 2006

jueves, septiembre 21, 2006

llegó el calor

y llegaron las ampolllas. Empezaron el lunes, creo, en una tarde de 28 grados y en uno de mis traslados a pie. Recién me las vi a las 7 de la tarde y claro que en yoga se me reventaron y un dolor! y que ayer me fui con curitas y en el medio de la clase se me salieron. Pero ya la piel está hecha costra, pasó del rosa acuoso al bordó y eso está bien.
Ahora sólo espero que baje la sandía.

martes, septiembre 19, 2006

dame fuego

y llego y nuevamente respiro aliviada. la casa no se quemó! la casa está en pie. siempre es lo mismo, cuando me viene la visión de los balcones flameando, pienso que el portero no tiene llaves, que la puerta es blindada y que no estoy segura de si tiene el teléfono de mabel. hoy me aventuré a pensar que sí lo tiene y luego pasé a pensar, esperanzada, que con lo criteriosa de mi suegra, ella sabría qué salvar y con eso me consuelo. hasta pienso que ella sabría manejar la situación mejor que yo .
yo no pensaría, is that all there is to the fire? sería todo lo contrarío. entraría en una especie de trance.
y llego y abro el correo, ojalá fuera literal, y veo tu mail masivo, esos que me encantan, te respondo el "notición" (así me refiero) y te cuento mis novedades. pero hay un dejo de algo retorcido.
estarás en bs as y podremos vernos sin el condimento del mail. cómo me verás? me pregunto.

viernes, septiembre 15, 2006

y resulta

que parece ser que lo que tengo no es pura mariconería, sino algo con charm y nombre francés. Es la enfermedad del frío. Lo busco en internet y me baja la presión. No es sólo esta enfermedad llamada fenómeno sino que también hay un acompañamiento de mariconería. Dicee que después de varios episodios (como la bandera francesa, una progresión blanca, azul y roja) los dedos de las manos pueden presentar un adelgazamiento y la verdad es que a diferencia de mi cuerpo, mis dedos son un poco anoréxicos. Hay algo que no fluye, que no les llega. Dedos de piuanista se podría decir, pero no. Manos moradas y hematomas por roce.

viernes, septiembre 08, 2006

Me tomo una pausa

y pienso en oulaiya, "elegancia proveniente de europa". Es tan diferente a mí en estos momentos. Formo parte del 95% de la población con ojos oscuros y pelo negro. Uso jogging hace 3 días, trato de que no me vean en público, tengo un dolor! en el lugar dondo un yonqui se inyectaría y él hoy me despidió con, vos estás como volando, te gusta mucho, no?, temblás, a lo que yo respondí con una sonrisa grande, sí, me encanta, pero igual, es porque estuve mudando unas cosas y levanté mucho peso. Por eso jogging. Después lo quemaré.
En algunos países las chicas aprenden a usar cosméticos a través de las madres, en mi caso debo ser china, porque para nada. Ella decía, zapatillas blancas, gastar plata en cremas y salud después de que alguien estornuda no se usa. Simplemente no, no queda bien. ¿No era papá el que venía de familia bien? No sé de donde saca eso una hija de madre polaca y padre descendiente de rusos. Y cabe decir, que una vez volviendo de comprar leche, sachet en mano, un vecino bien (porque siempre vivíó en barrios bien por decisión de su madre, mi abuela Dodó, adorada e insoportablemente encantadora) le indicó que su lugar era el ascensor de servicio.
Dodó vino morocha de Strij, hoy Ucrania, y se volvió rubia en un país morocho. Se debe haber dado cuenta de que lo especial acá era lo ario. Su color le habría venido bien en el norte pero acá, su vida debía ser rubia platinada. Pero, paradójicamente, su título "Miss Club Polaco" lo ganó morocha.
Y aquí estoy yo, descendiente de Dodó, evitando que ella se coma todo el pan y los dulces de la tierra y mi abuela llamando a mi mamá todos los días porque se encuentra un bulto en el pecho.
Dodó que siempre pareció más fuerte y arrolladora que Gigí está resultando ser tan frágil.
Esto me lleva a oulaiya y los cosméticos y la importancia de una buena crema, que aún no logro descubrir y cómo me gusta decir salud y tengo algunas cosas blancas y cómo fue dodó quien me introdujo en el mundo de la frivolidad, la belleza, el cuidado y el desvarío. Mamá me donó su cara y yo donaré mis ojos a la ciencia en el futuro.
Y así está pasando como siempre casi imperceptiblemente otra mudanza, creo que la sexta, ya dejé de contar, y otro my story, adapting, evolving, re-inventing.