cuando llego a casa, especialmente si vi o hablé con una amiga, me vienen a la mente las frases que dejé sin completar no por decisión sino por atolondramiento. y son muchas. ahí me pregunto si será muy difícil conversar conmigo.
con c tenemos los turnos de habla invertidos. yo muchas veces, cuando llego a casa a la noche, no hablo demasiado, tengo más necesidad de ver mis mails, navegar, ver tele, cenar. pero cuando me acuesto, debe ser algo de la oscuridad sumado a la horizontalidad, me sale una guirnalda de palabras.
a la mañana y cuanto más alba mejor, es el turno de c, no es tanta su necesidad de contar, c es más de conversar y yo que a la mañana soy bastante autómata le respondo otra vez sin decidirlo. hemos tomado bastantes decisiones a esa hora, como el viaje a baires de una semana.
1 comentario:
qué bueno, a mí también me pasa de hablar en la oscuridad, pero para que m se cope hablo en voz muy baja asi no parece que estoy conversando
aparte me acuerdo que mis padres hablaban en la cama, siempre escuchaba que conversaban cuando se iban a dormir.
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