Me salían metáforas mortuorias, una y otra vez. Pensaba o decía es una semana de cerrar cajones. Así percibo las conversaciones normalmente, intercambios más o menos exitosos según la cantidad de temas que conseguimos abrir y cerrar.
Casi recién llegada, con una caída en mi haber desde una navidad porteña seca y azul.
En pocas semanas vuelvo a SP, con un trabajo nuevo y primer viaje. Chocha por lo que viene y temerosa de la distancia con las bolas de amor, 12 días con sus largas noches y el océano en el medio.
Aquí administro tiempo y compañía.
Voy a ir a visitar a Dodo próximamente y cuesta creer que va a ser en un cementerio.
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