viernes, febrero 13, 2009

De chile, de dulce y de manteca






Rulav, mi amor, qué hermoso invento, tengo primas que lo hubieran usado tan contentas.

Como dice el título, hay para todos los gustos aquí.

La primera vez que vi el anuncio, fue en la farmacia de Tolstoi y Leibnitz (mi barrio es así, Heguel, Homero, Arquímedes y Sócrates son sólo algunos de sus personajes) y pensé: habrá quedado olvidado un par de décadas. Otro día volviendo a ver Principio y Fin de Ripstein, vi el mismo poster -la película es del 93 aunque parezca del 73.

Si su estética king kong, me llevaba a los años 20, las próximas apariciones en modernas farmacias me sacaron de duda, es totalmente actual. Me subiría a los peseros para, en un sueño de encuesta nacional, interrumpir a las señoritas que se arquean las pestañas y se engominan el pelo: ¿lo usas?, ¿duele?, ¿te gustas más?

Rulav tiene sus oficinas en la aún no gentrificada roma, la misma colonia donde principio y fin parece haber sido filmada.

Dejo el link porque lo dice todo.
http://www.rulav.com.mx/index.php

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