miércoles, enero 27, 2010

reconocimiento de rostro

en bici por benjamin franklin camino al club, calzas negras, short negro encima, no sea que las cachas se deformen sobre el asiento blanco anatòmico de la bici, remera violeta de manga corta con saquito negro de algodòn y manga tres cuartos, en una esquina desacelero para cruzar y escucho: fabiana! me doy vuelta con mi mejor sonrisa y veo a un alumno indio, le digo: hey! how have you been? he says: I'm fine, thank you, and you? Yo: Just fine, on my way to the club y me señalo la ropa. El dice: So you also speak English! y ahí es cuando me doy cuenta que no es indio y que es hablante nativo del español, probablemente mexicano. En español y con poca honestidad, le digo: disculpáme es que estoy en una universidad nueva y hay tantos estudiantes y gente nueva que pensé que eras uno de ellos (MENTIRA), claro que te conozco pero no me acuerdo de dònde. El: de portuguès, cuarto nivel con antonio, yo: ah! claro (?!). Confundir a este chico mexicano de veintipico con mis alumnos de la india de treinta y cuarenta y pico, ya es patinaje artìstico profesional.

ahora que pasaron tres horas sí me acuerdo de él, aunque su voz más que su cara.

es similar a la situación del cerro catedral en el viaje de egresados, pibe me saluda, sabe mi nombre y me habla de cosas y jura haber sido mi compañero de inglés en international house, es el día de hoy que no le creo.

5 comentarios:

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA dijo...

me estoy descostillando!!!!! U R GREAT!

laura dijo...

buenísimo! igual que yo, que te conocí comprando un parri-pollo en floripa y vos no te acordás! cuando skypeamos? te extraño!

graciana dijo...

ja, ja, ja , ja, creo reconocerte y no serà demasiado? muy poco parcial lo suyo, pero gracias por leer.

lau, yo tambièn te extraño, encima ahora vivo en tu barrio, todo el tiempo paso por chilpancingo (la estaciòn del metro y mettrobus). te voy a buscar.

antonio dijo...

Escribes muy bien
saludos.

u know who, of course dijo...

carcajada sincera darling. imposible fingirla.
me hizo pensar en esas veces en que vas caminando por la calle y alguien viene de frente saludando y una se hace cargo y responde hasta que te pasan por un costado y continúan hasta el verdadero destinatario del saludo y te da esa cosa entre vergüenza y risa.