jueves, junio 05, 2014

Brazzzziul

Hoy tuve un extraño encuentro en un consultorio. Un encuentro feliz y esperanzador, en algún sentido. Con Uli lo acompañamos a Dante a la fono. Era un día de paro de subte, con C en Colombia y yo yendo y viniendo a la casa nueva.  Pero la cita es en un parte de SP que parece periferia rica, y de hecho lo es, aunque está muy cerca de un centro neurálgico poco maquillado. 

Mis noticias son que entré a la maestría en la USP que tanto quería y eso me hace muucha ilusión y que nos vamos a mudar de barrio, a una parte más heterógenea y barrial de la ciudad. Todavía tengo que explorar cómo se conecta con la USP. Brasil me está arraigando. 

Tengo ganas de volver a escribir y me pregunto si tengo tela aún. Hace poco me di cuenta de que aún tengo 37 y eso me confunde porque pensaba que tenía 38 y esa es la edad que voy a cumplir en breve. Qué hice con mis 37? Tengo 25 días para gastarlos. 

Mis hijos me corrigen mucho la pronunciación y para Uli por momentos es desesperante que no conozca nada de lo que aprende en el jardín y que hable tan mal. Lo peor es que yo creo que hablo divino y tengo una pronunciación horrorosa, seguramente. 

Están las canciones que los chicos cantan, la fonética que deduzco y luego cuando decido buscar algo aparece el tema de la melodía de las canciones que encuentro, que no se parece en nada a lo que cantan los chicos. Ahora es por ejemplo, Piuí abacaxi, una canción que cantan hace 4 meses y que acabo de buscar. Un poco como los 38 años que vengo viviendo de prestado hace un año.