jueves, octubre 15, 2009

visita médica

la experiencia con el doctor de las mujeres acá ha sido muy gasalla hasta el momento. sólo fui a dos, cabe aclarar. pero me llama poderosamente la atención que los doctores trabajan con enfermeras que hacen todo el trabajo sucio: te toman la presión y te pesan, te preguntan tu primera regla y tu primera vez. al médico le toca palparte las tetas -te explica cómo hacerlo, tocarme para ver si me encuentro un bulto se me hace ridículo y masoquista- pero lo miro como: diciendo "qué barbaro, che"- mejor que me palpe alguno una vez al año. y después te mete eso ahí abajo, que es como un descorche y a la enfermera se le cae una parte al piso y se ríe. yo me río porque escucho una conversación en el consultorio de al lado que dice "usted tiene que decirme si tiene comezón". el consultorio, una serie de pasillos y cuartitos enquilombados, una especie de las puertitas del señor lópez, bien podría ser un bulo.

antes de preguntarme nada, el médico enchufa su laptop, la intenta iniciar, pasan como 5 minutos, nada, no habla, sonríe, hasta que me empieza a preguntar todo al mismo tiempo: nombre, apellido, edad, nacionalidad, dirección, profesión, que tipea. ya perdimos mucho tiempo. el consultorio, no debe medir más de 2 por 2, me dice "disculpa el tiradón? -una palabra que no conocía y que supongo sinónima de desmadre- pero estamos haciendo renovaciones." es todo un poco como con el manager de Extras.

tiene dos ositos de peluche sobre la impresora, sólo una muestra de lo feo que es todo, no hay ventanas por ningún lado y él piensa que me cayó genial y que se ganó mi simpatía.

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