sábado, diciembre 15, 2012

Escenas en un centro comercial

C está intentando cambiar una camisa que le regalé para su cumpleaños y yo estoy afuera de la tienda con los chicos en 2 coches separados, ya se empiezan a impacientar y C también. Casi que quiere cambiar la camisa por otra pero sin probársela. me habla a través de la vidriera, no le entiendo, sale y se queda en la puerta, ahora sí lo escucho, lo convenzo para que se la pruebe. Intento distraer a mis niños que son dos bombas de tiempo en lugares de este tipo, se me acerca una mujer cincuentona pero linda, una especie de Chunchuna pero más baja, me pregunta si soy la madre, la pregunta se me hace extraña, ¿qué importa? pero le contesto que sí y sólo pienso qué vamos a hacer con la camisa en caso de que no haya nada para cambiarla en ese momento. Me dice qué lindos que son tus chicos y me da una tarjeta: traélos para hacer una prueba de fotogenía. No sabía que existía algo así. ME quedo incrédula, yo los quiero, admiro, son mis hijos, ¿pero potencial de modelos niños? No será mucho... en fin... ella les vio algo. Me costó trabajo hacerle entender que muchas gracias por el halago, que soy honesta y no los voy a llevar a hacer ningún test de Cooper, ni de fotogenia, ni de nada, que no tengo auto(?!), que no le quiero dar mi teléfono y que si tiver interesse yo me comunicaría. C. mientras me llamaba desde el probador, nunca lo escuché, me mostró la camisa a través de la vidriera, las empleadas del local querían que entrara con la cría, no, muchas gracias, no entro a tiendas con ellos, siempre afuera, desde la vidriera.

1 comentario:

Luis Chaves dijo...

te dejo un abrazo grande, que pases un fin de año memorable junto a tu gente querida