martes, octubre 10, 2006

¿Vale la pena?

mi amor rojo reapareció grácil y fresco sin rastros del encierro largo que pasó y sin resentimientos, qué buen chico o debería decir chica?
nos vemos sólo el finde pero qué más da! mejor si lo extraño, así es menos rutinario.
y qué contenta me puso, debo estar muy mal!, separar la ropa que no te entra más y subirla a la parte de arriba del ropero. Una alegría que el ropero se haya vaciado así. Si no, yo pensaba, qué chabón, no usa nada de lo que tiene! Si la mitad no le entraba, poor thing! Más allá de haber dejado de fumar creo que es por el secado del laverrap. Hoy le compré 2 remeras XXL por consejo del vendedor, con toda razón si después se encogen. Gran verdad, debería haberlo tenido más en cuenta. Y qué lindo va a ser el día que pueda volver a usar sus viejas camisas.

He incoporado otra filosofía además de la del cambiado laboral, y es que si algo me gusta mucho debo comprármelo en 2 colores. Pero aún no lo implemento. Algo a lo que no le termino de encontrar la vuelta es a lo de mi prueba de:

"¿Me gusta lo suficientemente como para comprármelo? ¿Vale la pena? ¿Es una pieza original práctica y cómoda que me queda genial, me favorece sobremanera, subrayando mis mejores atributos y dispersando la atención sobre mis desgracias?"
Esa pregunta trato de no responderla con palabras. Lo que hago es, si días después me encuentro pensando en ella, se responde sola y me dirijo al negocio. Me ha pasado, por ejemplo hoy, avivarme 2 o 3 semanas después y claro, ya no estaba! Pero me lo veía venir porque si la pieza está en la vidriera, vuela. Si está adentro, hay más chances aunque no hay que subestimar algo que a uno le gusta, porque no todo el mundo tiene mal gusto y alguien habrá de querer esa misma pieza en ese mismo color talle y modelo.
Y lo digo como tercera generación de fashion victims. Primero Dodó, número uno, absolutamente imbatible y con buen gusto. Mamá, un poco más border, pero con un claro sentido innovador. Y sigo yo, freak pero con cordura y sentido de la ocasión.

Hay una ecuación que una estudiante me dijo una vez, que es que el precio se relaciona con el uso que va a tener esa prenda. A mucho uso, el precio baja pero el valor sube y a poco uso el precio sube y el valor disminuye. Tal cual. Ella lo ejemplifico así: "yo soy fanática de los cinturones, yo puedo llegar a pagar mucho más que mucha gente porque para mí es una pieza básica. En cambio, vos no pagarías ni un peso" Es así, yo sencillamente no entiendo el uso de un cinturón. Será que tengo culo grande y cintura chica y me queda mal o simplemente que no me gusta.

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