hoy es mi primer día hábil de vuelta en el df. llegamos el sábado a las 2, con combinación de dos vuelos y estuvo super smooth, pedimos asiento de emergencia para las piernas largas de c y para mis corta humanidad también.
durante el día persistió la sensación de tempranura, recién las 4?, las 6 y ya es noche cerrada? llegamos enfermos, c con fiebre y resfrío y yo con resfrío y tos. el sábado igual salimos. c almorzó en el vegatariano y yo le hice compañía, tomando la horchata que se pidió, suelo hacer eso, "no, no, yo estoy bien", es un poco como la historia de que no aprendí a gatear porque me arrastraba a mi hermano, una especie de vividora. después fuimos a un café soleado, cerca de casa, a leer y tomar café con leche.
cada vez que pienso en el sintagma "tomar un café con leche" recuerdo a un cubano que conocí en la parada del 12 de santa fé y austria, yo tenía una asadera que llevaba a algún lugar y él era muy lindo, rubio de ojos claros pero con un color de tez interesante. salimos algunas veces, incluso mis amigas, medio espantadas, me acompañaron a "azúcar" el reino de la salsa en buenos aires o algo así. esa noche, aunque sin sexo y tal vez potenciada por eso, fue muy ardiente. era invierno. otra vez nos encontramos un domingo en plaza congreso. ahí me di cuenta de su situación lumpen porque la cita era literalmente ahí en un banco de plaza, hacía mucho frío y me lo dio a entender. quería que lo invitara a mi casa, yo tenía 17 o algo así, aunque sea a "tomar un café con leche".
el sábado transcurrió entonces entre el café con leche, la lectura, el super, baldear el bacón que estaba cagado por pájaros, el desempaco y la cena que preparé, un pescado blanco, que debía ser a la plancha, pero en mi caso se reemplaza siempre con la sartén de teflón, con vino blanco, limón y ciboulette, acompañado con zucchini y cebollas, camote y papas, de postre, papaya.
nueve y media decidí ir a la cama, después de un mes fue un placer dormir a más de 70 cm del piso. en b.a. dormí siempre en un colchón y las últimas tres semanas en uno con pulgas.
domingo a las siete y media arriba, tomar la fiebre, sonarse la nariz, bajar al oxxo a comprar más agua y kleenex. desayuno de café con leche y galletitas maría en reemplazo de las ser de vainilla que venía comiendo. decidimos quedarnos en casa, almuerzo a las 13.50, gluten con camote y papas mirando cnn. un capítulo de dexter, desempacar un poco más, lavar los platos, preparar té, colgar un poster en el cuarto, decidirme a usar un jarrón chico como cesto para la ropa sucia, guardar los zapatos que no se usan en una valijita para hacer lugar.
me traje algunas cosas que tenía en b.a. pero algunas que quería no las pude ubicar, me quedaron pendientes unas botas y un par de zapatillas. por esta razón traté de concentrar las cosas que tenía dispersas.
hoy lunes ya recuperé mis llaves, que le había dejado a martha para regar las plantas. Salgo en breve, tengo que ducharme y mucha basura por bajar.
nunca había estado a principios de enero en méxico porque el año pasado llegamos el 30. me gusta, cayeron muchas hojas de los árboles y la vecindad está más expuesta.
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