miércoles, septiembre 09, 2009

en vuelo

tomé un avión a dallas y el capitán con esa voz sexy que a veces tienen los pilotos nos advirtió: we came in this morning and there was strong turbulence, fasten your seatbelts, sit back and relax. estábamos advertidos y sí las hubo. yo, como nunca, ya en el aeropuerto me había hecho 4 amigos, una pareja de gringos encantadores que me dieron su tarjeta por si visito arizona, una ex profesora de inglés, regordeta, con voz gallo claudio y que ingería de todo y a la vez y una mina muy rara, supuesta empresaria, con mucha cara de loca.
no me tocó asiento al lado de ninguno de ellos, me senté al lado de una mexicana de 23 años y yo no paraba de hablar, hacerle preguntas, mostrame sumamente simpática, por nervios nada más. cuando no quedó tema, mi inquietud volvió y ahí fue que decidí preguntarle sobre lo que estaba leyendo, era un manual de spinning: yo: ay, te gusta el spinning! ella: sí, es mi hobby, yo: ah, yo tengo una bici de spinning y me encanta, pero no sé bien cómo son las posiciones. ella, mostrándome su manual, "tu pompis tiene que quedar alineada así", yo: ah, sí? no sabía.
yo pensaba patético lo mío, pero necesito distraerme de mi cabeza. estaba desesperada, evidentemente.
nos sirvieron la comida y como siempre la angustia me cerró el estómago, that voodoo that you do to me, pero no me avivé de pedirle a la azafata que no me sirviera y lo único que quería era que me sacaran ese plato oloroso de mi mesita rebatible. por suerte, otra chica que yo pensaba que era americana, me habló en un argentino perfecto: no lo comés? yo: no, lo querés? con una sonrisa enorme porque no quería oler más esa comida caliente. ella: ay, sí estoy muerta de hambre, vos no comés porque te ponés nerviosa? yo: sí, ella: yo, al revés. ya se había pedido dos latas de cerveza y se las había terminado y comido toda su bandeja. yo estaba encantada porque ella entendía, entendía! éramos dos antípodas en vuelo con muchas turbulencias. nos contamos vida y obra y tuve una charla nada fingida con ella. mi compañera mexicana se dedicó a dormir y debía estar aliviada que la había dejado en paz.
mi compañera resultó ser periodista, ex estudiante de letras, del buenos aires y prima de alguien que iba a mi primaria. los motivos de su viaje eran fabulosos, conocer a un mister mundo y decidir si le daba.

1 comentario:

JB dijo...

groso!! y ahora, estás en dallas?!?!?! pensé que estabas acá. me da curiosidad saber quién era!
besos