sábado, agosto 22, 2009

salgo del dentista

con un nivel de anestesia como nunca antes y con barbijo. el dentista me lo había dado para mantener la temperatura y evitar que entrara aire frío. son 8 cuadras hasta mi casa. me había recomendado cerrar la boca. me doy cuenta de que no tengo ningún control sobre mi mandíbula. no hay manera de pegar los labios, labios qué son los labios? camino, seguro que con cara de perro asustado y en eso noto que tengo el cuello de la camisa mojado, pero no llueve. me toco y no entiendo pero de repente sí, estoy babeando.
manuel me cuenta hoy que en un capítulo de seinfeld, kramer sale del dentista con la boca torcida y no sé por qué tiene zapatos ortopédicos y claro en la calle todos se apiadan de él, piensan que es discapacitado y conversa con un tipo que está fascinado con que kramer viva solo y con orgullo lo acompaña hasta la puerta.
yo, siento la saliva, que ya me mojó buena parte de la camisa, y sigo mi marcha pero con un puñado de kleenex apoyado en la pera.

1 comentario:

Mária dijo...

jajaja, yo me acuerdo de ese capítulo y kramer todo contento no se da cuenta por qué todos son tan atentos con él.